El número de ricos en España cayó en 2008 un 20,9% hasta las 127.100 personas debido a la crisis financiera y la fuerte depreciación de sus inversiones.
Según el informe sobre la riqueza en el mundo que anualmente realiza Merrill Lynch y Capgemini, España ha pasado en un año de tener 161.000 ricos a 127.000, considerando a éstas personas que gestionan más de un millón de dólares (720.000 euros) de patrimonio sin tener en cuenta primera vivienda y consumibles.
Dentro del ranking mundial de los países con mayores fortunas, España se sitúa en el puesto 12 ya que ha sido adelantado en el último año por Brasil.
Este descenso de la riqueza en España es mayor que el que se produjo a nivel global, del 14,9% hasta los 8,6 millones de personas que tienen en sus cuentas más de 720.000 euros. En total, la riqueza de estas grandes fortunas en todo el mundo supera los 23,5 billones de euros (equivalente a 20 veces el PIB de España), si bien es un 19,5% menos que hace un año.
El informe de Merrill Lynch también cifra en 78.000 el número de ricos en todo el mundo que tienen más de 21 millones de euros de patrimonio, un 24,6% menos.
La crisis financiera no sólo ha mermado el patrimonio de las grandes fortunas, sino que también ha cambiado considerablemente los patrones de inversión al tiempo que está provocando una importante transformación en la distribución de la riqueza.
Lucía Granda, responsable de Merrill Lynch Global Wealth Management Iberia, destaca que "las mayores caídas del número de ricos se han producido en EEUU, Europa y Asia-Pacífico (incluido Japón)". No obstante, las previsiones para los próximos años apuntan a un cambio importante en la distribución de la riqueza. Mientras en 2008 EEUU, Japón y Alemania representaban un 54% del total de la riqueza mundial, sólo la región de Asia-Pacífico será en 2013 la primera gran potencia de ricos. En total se espera que en aquel año la riqueza de los millonarios de todo el planeta alcance los 35 billones de euros.
Pero para llegar a esa cifra los millonarios deberán antes de obtener buenos rendimientos con sus inversiones, algo que no ha ocurrido en 2008. Y eso que la tendencia de inversión ha cambiado hacia activos refugio, especialmente renta fija, depósitos y efectivo, al tiempo que se produjo una significativa repatriación del dinero. "Esto es, los inversores de cada región movieron su patrimonio hacia sus respectivos países, como si pensaran que eran los mercados que antes iban a salir de la crisis", dice Granda.
También resulta llamativo el aumento de la asignación de inversiones hacia el ladrillo, que supone un 18% del total de las inversiones llevadas a cabo por los grandes patrimonios. Además, este informe destaca el aumento de las inversiones en arte y joyas (un 25% y un 22% de la cartera, respectivamente), mientras que otros coleccionables, tales como monedas, vino, antigüedades, perdieron peso en la asignación de inversiones.
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El Diario Montañes
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