España es todo alegría, menos Villa, que sigue como alma en pena. Del Bosque trata de animar al jugador, como hacen el resto de sus compañeros que, sin embargo, evitan las bromas con el asturiano. "Con el tema del fichaje es mejor no hacer risas, que no está el horno para bollos", dijo ayer a AS otro internacional.
Por suerte para la Selección, al goleador la postura intransigente del Valencia con su traspaso al Madrid sólo le afecta de puertas para adentro. Sobre el campo, el Guaje sigue como siempre: a tope. Ha marcado cinco goles en los tres últimos partidos. Tres contra Azerbayán, uno a Nueva Zelanda y el decisivo ante Irak.
En una Selección exultante, Villa es el único que tiene cara de preocupado. El asturiano sigue con el mp3 como escudo protector. Se lo pone a todas horas para hacerse el ausente y evitar cualquier comentario con los enviados especiales, que por otra parte no le hacen preguntas incómodas conscientes de la situación.
"Hay que ponerse en su piel. Tiene una idea clara, pensaba que todo iba a ir rodado y cada día aparece una nueva complicación", dice otro compañero de Selección. A Del Bosque, aunque comprende que los traspasos son así, no le hace ninguna gracia que en el de Villa todo esté demorándose. Teme que al final este asunto afecte a España.
Las palabras del presidente del Real Madrid ("el fichaje de Villa es una cuestión de tiempo") llegaron rápido a la concentración de España en Suráfrica. Los internacionales están conectados a internet y siguen la actualidad al minuto. Uno de los técnicos de España confesó que "cuanto antes se resuelva este asunto, mejor para todos".
Porque el futuro de Villa se está convirtiendo en la mosca orejera de España en esta Confecup, por mucho que el jugador siga dando rendimiento sobre el campo. Su móvil no para de sonar y no acaba de llegar el OK definitivo, aunque la impresión general es que el acuerdo es inminente. "A ver si es verdad. Mejor pronto que tarde", insisten aquí.
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