España ha pasado en dos días de ser considerada favorita para ganar la Copa Confederaciones a ser reconocida por Bora Milutinovic, seleccionador de Irak, como una Selección que está al nivel de las de Brasil de 1970, Italia de 1982 o Francia de 1998. El caso es que con cada victoria crece la leyenda, y si la Roja no pierde hoy contra Irak, número 77 del ránking FIFA, sumará, tras dos años y siete meses de espectáculo, 33 partidos sin perder. La FIFA advierte en su web ofi cial que si la Roja gana hoy sumará 14 partidos ganados consecutivos e igualará las mejores marcas registradas hasta la fecha que ostentan Australia, Brasil y Francia. Y en caso de no caer, la Roja se quedará a sólo un partido de empatar con Brasil en la mejor racha de imbatibilidad, que la seleçao amasó en más tiempo, en los tres años que van de 1993 a 1996.
El único, o el riesgo más grande que hoy corre la Selección, es que nos pita el chivato del Brasil-Egipto: el australiano Breeze, que fue el cuarto colegiado en ese partido y al que los egipcios acusan de rearbitrar con ayuda de la televisión la jugada del penalti que marcó Kaká. Según la FIFA, no fue él quien corrigió al colegiado principal, el inglés Webb, sino su linier, Mullarkey. La diferencia es vital: si lo hizo el primero es ilegal porque no está permitido ayudarse de la televisión para arbitrar los partidos, pero si fue su juez de línea el que le avisó de la jugada es conforme al reglamento. En las imágenes del partido se ve que Webb señala córner tras la zamorana de Al Muhamadi, el defensa egipcio que despeja el balón con el brazo, y que inmediatamente se para, recibe un mensaje por el pinganillo, corrige y declara penalti y expulsión.
Bueno, pues Matthew Breeze es el colegiado que hoy le toca en suerte a España en el partido contra Irak, una selección más cerrada que un huevo y a la que costará abrir mucho más que a Nueva Zelanda.
Para romper el cerrojazo de Milutinovic, Del Bosque prepara cuatro cambios con respecto al primer partido de la Confecup. La presencia de Mata y Cazorla obedece al deseo del seleccionador de que España abra el juego por las bandas precisamente para romper la defensa de cinco de Irak.
Cambios.
La de Piqué junto a Marchena es porque quiere que los 23 que han viajado participen. Durante el partido Del Bosque hará otros tres cambios y a los que no hayan tenido la oportunidad de jugar ya les dará minutos ante Suráfrica, incluido Pablo Hernández. Del Bosque tiene que administrar los egos y preservar el equilibrio en una Selección en la que, salvo los casos de Casillas, Puyol, Xavi, Iniesta, Torres y Villa, no hay intocables.
Y hasta estos, como hará hoy, Puyol, lo asumen en defensa del interés general. Está bien así, pero si fuera por el seleccionador, preferiría no tocar el equipo que jugó contra Nueva Zelanda, y muy especialmente la banda izquierda. Los campeones de Europa dirigieron el 43% de los ataques ante Nueva Zelanda por la banda izquierda, el 29% por la derecha y el 28% por el centro. Esta dependencia cia del fl anco izquierdo es una de las características de la actual Selección, que ha desplegado por ese lado el 40% de sus jugadas de ataque durante la fase de clasifi cación para la Copa Mundial de Suráfrica 2010, en las que los partidos se cuentan por victorias. Del Bosque está muy satisfecho del rendimiento de Capdevila y Riera por esa banda. Hoy jugará Mata. Todos pensamos que en lugar de Riera, pero también podría ser que éste bajara al lateral y le diera descanso a Capdevila. Es menos probable, pero no imposible.
La doble X.
Lo que no tiene intención de tocar el seleccionador es la doble X. La pareja que forman Xabi Alonso y Xavi funciona. Tiene equilibrio y llegada. Cesc también puede hacer ese papel, pero rinde más un poco más arriba. Ante Nueva Zelanda le dejó la banda derecha a Sergio Ramos, que progresó y llegó. Pero los cinco goles de España en el debut llegaron de jugadas por la izquierda. ¡Los cinco! El partido ante Irak servirá no para elegir titulares, que son los de Nueva Zelanda, pero sí para dar número a los suplentes. También servirá para igualar la mejor racha de victorias seguidas y derribar ese muro ante Suráfrica, y cómo no, para recortarle a Brasil un partido más en la serie de imbatibilidad. A Del Bosque, que como seleccionador sólo suma victorias, le persigue la palabra galáctico. Por algo será.
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