Cesc Fábregas firmó en el estreno de España en la Copa Confederaciones su mejor partido con la selección absoluta. Mandó y marcó a Nueva Zelanda. Dio el salto de calidad que se le pedía. "Venir con la selección ha sido una liberación", confiesa tras un mal año en el Arsenal.
De un plumazo, Cesc puso fin a su timidez con la ''roja''. Se olvidó de sus complejos. Trasladó a la selección la importancia que tiene en su club. Su encuentro 39 con la absoluta, en el que marcó su segundo gol, nunca lo olvidará. "Ha sido mi mejor partido con España", admite en una entrevista concedida a Efe.
Firmar un mejor inicio del campeonato que el de España en la Confederaciones es casi imposible
La verdad es que sí. Empezamos muy fuerte, decididos a ir a por el partido desde el inicio, lo que provocó que nos encontrásemos con tres goles en nada de tiempo. Cada tanto impulsó aún más la moral de todo el equipo y, además de buen juego, tuvimos mucha efectividad. El niño (Fernando Torres) estuvo increíble.
El tiempo cambia los roles y ahora España parece tan fuerte que cualquier rival que tenga enfrente parece menor
Creo que jugando con el entusiasmo y la ilusión que lo hacemos, sumado a la calidad tan grande que hay en la selección española, marca la diferencia. Nos conocemos desde hace tiempo. En el grupo reina un ambiente de amistad indescriptible y eso se nota en el terreno de juego.
¿Cuál es la virtud que más destaca del fútbol que practica con España?
La mentalidad ganadora de todos. Lo demuestra que llevamos 33 partidos sin perder. No es un dato cualquiera. Estamos a sólo dos partidos de pasar a ser la selección que más tiempo ha estado invicta de la historia. Eso no es casualidad. Tras disfrutar el éxito de la Eurocopa todos queremos más. Lo demostramos en cada acción. Nunca bajamos los brazos y luchamos hasta el final aunque el resultado esté a nuestro favor.
¿Firmó ante Nueva Zelanda su mejor partido en la selección?
Ha habido partidos que saliendo de suplente me he encontrado muy bien y he ayudado al equipo, pero es verdad que me encontré muy bien. A nivel global de un partido completo de noventa minutos ha sido mi mejor partido con la selección.
¿Siente ahora más confianza?
Mucha más. Vengo de un año de lesiones, de no ganar títulos con el Arsenal y no estar muy contento. Venir con la selección ha sido una liberación para mí. Me siento feliz de poder estar en la Confederaciones y jugar con este equipo de tanta calidad.
Ante la baja de Andrés Iniesta, ¿le dio tanta libertad Del Bosque o se saltó un poco las órdenes tácticas abandonando la banda derecha?
(risas) No lo incumplí. Tenía que jugar cerca de Xavi apareciendo entre líneas y no pegándome a la banda. En muchos momentos, tenía que intercambiar la posición con Xavi y disfrutar de una demarcación en la que tuve mucha libertad. Es cierto que no me tenía que olvidar de la derecha pero como allí hay un portento físico como Sergio Ramos, que es capaz de recorrer solo la banda, fue muy importante la superioridad en el medio campo.
Curiosamente, se repitió el inicio de la Eurocopa. Ha marcado dos goles con España y los dos al comienzo de una gran competición
Es verdad que coincidió. Los goles siempre cuentan, aunque fuese marcando como lo hice ante Nueva Zelanda que Joan (Capdevila) me lo dio hecho. Marcar con la selección hace mucha ilusión y más aún en una fase final de un torneo.
¿Pesará el papel de favorito que todo el mundo otorga a España?
No, porque para nosotros el respeto por todas las selecciones, especialmente Italia y Brasil, es máximo, aunque ellos nos den el favoritismo. Para mí, por encima de asumir un papel, está el hambre que tenemos tras un año en el que no hemos ganado nada. Menos los jugadores del Barcelona, nadie de la selección ha ganado un título con su club y eso va a impedir que ningún jugador se relaje.
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