En las grandes marcas han echado cuentas y ha dejado de convenirles seguir en la Fórmula 1. El problema no es sólo Max Mosley y su tope presupuestario, también irritan Bernie Ecclestone y el reparto de los ingresos por derechos de televisión y el resto del negocio de la F-1. Ahora se lleva el 50 por ciento de los mismos y también los veinte millones de euros que, como media, exige a cada organizador de los 17 grandes premios del Mundial. Además, ellos cobrarían ocho millones de euros en lugar de veinte y por eso los circuitos los recibirían encantados.
Han hecho cuentas y, en plena crisis, creen que si ellos son los detentores de los derechos pueden vivir incluso sin patrocinadores. Y, según ha podido saber AS, el nombre de Carmelo Ezpeleta es el que suena con más fuerza para dirigir el nuevo campeonato, que compaginaría con el Mundial de motos. El patrón de MotoGP ya ha tenido algunos contactos y estaría dispuesto a tomar el mando.
Así las cosas, y tal como adelantó este diario, los pilotos se reunieron ayer con los jefes de equipo de la FOTA en el motorhome de Toyota (completamente transparente) y escenificaron su apoyo total a la escisión si el presidente de la FIA no da su brazo a torcer. Algo que incluiría también un Pacto de la Concordia bajo sus condiciones.
El encuentro se produjo a las diez y media de la mañana y duró 25 minutos. De la parrilla actual sólo faltaron Rosberg, Nakajima, Sutil y Fisichella (pilotos de Williams y Force India, inscritos sin condiciones para 2010). De camino al encuentro, Massa y Alonso bromearon amigablemente como si fueran a ser compañeros de equipo el año próximo. Se les explicó la situación actual y se les dijo que sólo una cesión por parte de la FIA puede impedir la separación.
Apenas quedan cinco días para que se pueda llegar a un acuerdo y Jarno Trulli, en representación de la Asociación de Pilotos (GPDA), dio su versión de los hechos: "Todos tenemos la misma idea de seguir a la FOTA y respetar el trabajo que están haciendo por el próximo reglamento y la gestión de la Fórmula 1. Mosley debe comprender que las cosas no pueden funcionar como él pretende. El reglamento de 2010 no sirve de nada. La F-1 debe seguir siendo el deporte número uno del mundo, con la máxima tecnología y con los constructores".
El italiano también cuestionó a los nuevos inscritos para el campeonato: "No se puede hacer que entren equipos que no tienen idea de lo que significa correr un Mundial al máximo nivel. Todos los pilotos sabemos dónde debemos estar. La próxima semana tiene que haber una solución. Si no se consigue, habrá seguramente una escisión". El mensaje a Bernie es claro: si no ceden se quedará sin estrellas.
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