Eurobasket femenino. La capitana española llega mermada al inicio del Eurobasket, pero espera acabarlo compitiendo a tope.
Lo primero, ¿qué tal está de su lesión?
El miércoles empecé a entrenarme, pero llevaba diez días sin hacer nada por un problema circulatorio.
¿Estará hoy?
Lo intentaré, pero, si no me encuentro bien, prefiero que jueguen otras.
Llegan a Letonia tras cuatro victorias y cuatro derrotas.
La preparación ha sido atípica. Hemos perdido bastantes partidos, pero ha sido un reflejo de lo que va a ser este Campeonato, muy igualado.
El estreno es ante la República Checa.
Es un gran equipo, en pleno cambio generacional. Una selección física. Son frías y sabemos que nunca bajarán los brazos. Llevan unos años que no consiguen buenos resultados y, por eso, llegan a Letonia extramotivadas.
Cuatro medallas consecutivas. ¿Bajarse del podio sería un fracaso?
Si hemos competido a tope, creo que no. Nos sobra corazón en la pista. Además, nuestro primer objetivo es quedar entre las cinco primeras. Así tendríamos asegurado el Mundial del año que viene.
Haga su quiniela para este Eurobasket.
La igualdad es mayor que en otras ediciones, pero las selecciones con más opciones son Rusia, Francia, Hungría, Letonia y, por supuesto, la nuestra.
Abalde, Nicholls y Torrens. La generación del 89 se ha instalado de pleno en el equipo.
Sí, se han hecho un hueco grande en poco tiempo y ese hueco cada vez será mayor.
En su ausencia, Torrens se ha erigido como un seguro ofensivo en esta Selección. ¿Será la nueva Valdemoro?
Es una fuera de serie, pero no me gustan las comparaciones. Aunque, ojalá, yo hubiese sabido hacer las cosas que ella hace a su edad.
¿La medalla de oro o la Final Four de la próxima Euroliga?
Me quedo con las dos.
¿Queda mucha Amaya en esta Selección?
Prefiero ir año a año.
Siempre ha dicho que los Juegos son una cita especial. ¿Podría retirarse en Londres?
A esos sé que no llegaré. Las del 92 me habrán echado.
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