El Rayo Vallecano se hizo con la victoria de forma clara y contundente ante la Real Sociedad, en un encuentro en el que los locales volvieron a disfrutar del fútbol, una vez que se deshicieron de la presión del ascenso, y lo demostraron anotando cuatro tantos.
Los primeros en sonreír fueron los locales, gracias a un tanto de Amaya en el minuto tres tras saque de esquina de Rubén Reyes, y una mala salida del meta local Zubikarán, que midió mal para que el central local se encontrará el balón y casi sin ángulo sólo la tuviera que empujar.
El conjunto vasco presentaba una defensa de cuatro, a la que se unía Rivas cuando había peligro para conformar una doble línea de 5-4-1, con Aguirretxe sólo arriba. Pero el equipo cayó en el desorden y no logró recuperarse.
No fue casualidad el tanto inicial. Pronto llegaría el segundo, de Diamé, un francés con muchas ''novias'' que aprovechó una internada de Jofre quien, tras cocinárselo él mismo, la dejó al galo para que la enganchara desde la frontal.
Con el marcador claramente decantado, el Rayo bajó el nivel con lo que el conjunto vasco se pudo hacer con el balón y dominar el juego. Ganó metros poco a poco y consiguió ilusionarse gracias a un tanto de Agirretxe, quien recogió un balón que quedó muerto en el área tras rebotar en la defensa una falta sacada por Castillo.
El descanso llegó con el Rayo en su mitad de campo, aunque con la sensación de anotar a la mínima que se lo propusiera.
Y eso lo demostró Piti al poco del comienzo del segundo acto, quien tras quebrar a todo el que le salió al cruce y con la pared de Jofre, hizo el tercero en el tercer minuto de la segunda minuto Y Llorens el cuarto en el minuto 76.
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