Lorenzo al asalto de Mugello desde la pole

La misión imposible de batir a Rossi en su casa es cada vez más factible para el español, aunque 'El Doctor' espera expectante un duelo entre ambos: "Sería bonito tener un cuerpo a cuerpo con él hasta el final".

Segunda pole de la temporada para Lorenzo, la sexta desde que está en MotoGP y, probablemente, la más simbólica de todas por llegar en el reino de Rossi, Mugello, el escenario en el que el campeón ha vencido siete veces seguidas desde 2002. Hasta el mítico Agostini, presente ayer en el trazado toscano, se quedó impresionado con la actuación del español y, sin decirlo, pero pensándolo para sus adentros, sabe que ha encontrado en Lorenzo un aliado perfecto para que Rossi no llegue jamás a sus 123 victorias mundialistas.

El dorsal 99 ya le quitó el triunfo 99 en Le Mans a un Valentino que tenía la intención de firmar aquí el centenar. Ahora, con permiso de Stoner, y salvo sorpresa, serán ellos dos los que se disputen una victoria que guarda un valor superior a los 25 puntos habituales. Para el italiano, ganar aquí es una obligación y cruzar primero la meta le quitaría un importante peso de encima. Para el español, es casi una misión imposible, pero que cada vez parece más posible, y algo que le consagraría definitivamente como aspirante al título.

La sesión de calificación estuvo tan animada como siempre en sus últimos minutos y, tras el baile característico de poles, la primera línea quedó configurada por Lorenzo, Stoner y el veterano Capirossi, que aprovechó la rueda de Rossi en el último instante para apear a su amigo de la primera fila. El Doctor arrancará cuarto, justo detrás del líder de la general. Sobra decir que saldrá con el cuchillo entre los dientes y en sus declaraciones ya se advertía las ganas que tenía de medir a su adversario en un duelo al sol: "Me disgusta no estar en la primera fila, por ser Mugello, pero tengo una buena puesta a punto. Me hará falta hacer una buena salida para no perder contacto. Estoy muy motivado para intentar vencer, pero esta carrera no es tan crucial como la de Laguna Seca del año pasado. Tenía potencial para hacer la pole, pero ha sido para Lorenzo, que también tiene un buen ritmo. Está atravesando un buen momento de forma, pero yo estoy con fuerza para plantear batalla. La carrera es larga y habrá que ver cómo va en ella. Los dos somos los que mejor ritmo tenemos y sería bonito tener un cuerpo a cuerpo con él hasta el final, aunque no sé cómo sería, porque no lo he tenido nunca con él".

La rivalidad entre ambos convive, desde hace tiempo, mucho más allá del muro que divide sus dos áreas de trabajo en el box de Yamaha. Está en la pista y, de seguir así, podríamos empezar a revivir duelos al estilo entre Doohan y Crivillé, cuando Honda era la pata negra de la clase reina. Rossi sabe el morbo que eso generaría: "Nuestro equipo está trabajando bien porque sus dos motos están delante y luchar con el compañero de equipo es más duro, porque ninguno quiere llegar detrás y hace la pelea más interesante". Vaya duelo.

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