El Valencia ató el objetivo menor de ir a la UEFA. El Athletic opuso poca resistencia. Villa termina con 28 goles. Homenaje a Morientes y Curro Torres.
La lógica indicaba que el Valencia ganaría, al menos puntuaría, y certificaría su clasificación para la Europa League. Se impuso la lógica. También la razón decía que el Athletic opondría poca resistencia, porque lo tenía todo hecho en esta Liga y, encima, el fantasma de la final copera se le iba a aparecer en cuanto pisara Mestalla, aplacando cualquier posibilidad de que se vinieran arriba. No fue el caso, volvió a imperar la lógica y los rojiblancos fueron el acompañante ideal para el trayecto hacia la UEFA de los chés. Final de campaña plácido pues, los dos terminan con el mismo premio, pero si para los vizcaínos sabe a gloria, para los de Emery no hay motivo de celebración. Aprobado raso.
Al menos Mestalla aspiraba a que los suyos les dieran una última noche de buen fútbol y que no les hicieran sufrir. Lo lograron a medias porque merecieron golear y el partido pintaba para eso cuando a los seis minutos Villa ya había marcado, pero después se inició una hemorragia de fallos que no premiaba las múltiples llegadas locales. Joaquín desenfundó su mejor versión y entraba una y otra vez para asistir. El del Puerto animó a todos y Pablo Hernández se sumó a su fiesta de contragolpes veloces. Al Athletic le costaba mucho recular, realmente le costaba todo: crear juego, llegar al área de César, frenar a los extremos chés... pero se fueron al vestuario con vida, 1-0 y gracias para los de Caparrós.
Poco cambió tras el descanso pese a que el subcampeón de Copa retocó su imagen con dos cambios. Uno de ellos pudo ser efectivo, al menos inquietar a la grada firmando un empate de Ion Vélez que no llegó porque César terminó ofreciendo el gran nivel que viene demostrando desde que aterrizó en Valencia. Lo poco que el Athletic generaba lo destruía el meta de Coria, que ha aportado bastante más de un granito de arena para que los suyos entren en Europa.
Mestalla se impacientó durante diez minutos, más por el descontento que venía de jornadas anteriores que porque peligrara la clasificación continental. Llorente tuvo dos, una de ellas desbaratada por Albiol en la misma línea, pero los rojiblancos inquietaban a balón parado y, cuando se estiraban, los chés le quitaban la idea de la cabeza castigándoles a la contra. Ahí tuvo que llegar el segundo, el tercero y hasta el cuarto gol valencianista, pero Villa no tenía su noche. Si el Guaje hubiera estado fino le hubiera discutido el pichichi a Forlán, pero entre su ansiedad y los ataques de individualismo desperdició un montón de llegadas, aunque finalmente hiciera el 2-0.
También Vicente Rodríguez tuvo dos para ampliar la victoria, pero Gorka Iraizoz no quiso desentonar en su particular duelo con César y firmó una actuación de lujo.
El último aplauso. Como la noche era festiva, Emery permitió el pequeño homenaje de Morientes. El ariete se despedía y Mestalla pudo tributarle una última ovación. Y, sobre la campana, fin de fiesta completo con el segundo tanto ché y la entrada de Curro Torres, que brazalete en brazo le dijo adiós a Mestalla dejando al Valencia en la UEFA, donde ya le esperaba el Athletic desde hace semanas.
El detalle: tres derrotas tras la final en Mestalla
El Athletic puso fin a la Liga con la depresión en que le sumió perder la final de Copa. Tras caer ante el Barça, los de Caparrós han sumado tres derrotas seguidas. Por su parte, el Valencia volvió a puntuar, en este caso ganando, por sexto año seguido en su último partido en casa.
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