El Ciudad Real deberá remontar los cinco goles de desventaja que se trae de Alemania si quiere repetir el título de Campeón de Europa logrado la pasada temporada.
Tras un partido muy igualado, pero en el que siempre fue a remolque en el marcador, los de Duishebaev vieron como varias jugadas desafortunadas en los últimos minutos provocaron que el Kiel lograra cuatro tantos que podrían ser claves en el choque de vuelta que se disputará en El Quijote Arena.
Durante la primera mitad, el Ciudad Real no se encontró en la pista y vio como los germanos marcaban con facilidad gracias a los numerosos espacios que dejaban en defensa los campeones de la Liga ASOBAL. El centro de la zaga manchega no era férreo y permitió a Karabatic y a Jicha lograr una abultada cuenta goleadora particular. Además, los colegiados contribuyeron al acierto local tras varias exclusiones polémicas y diferentes señalizaciones a la línea de los siete metros.
A este panorama se sumaba que Entrerríos se mostró muy lejos de su mejor versión en ataque y tan solo Jèrôme y Abalo mantenían a un equipo que vio cada vez que se acercaba en el marcador a su rival, que éste volvía a tomar ventaja gracias a un gran Karabatic, que demostró ser uno de los mejores jugadores del mundo al firmar un encuentro muy completo tanto en ataque como en defensa.
Tras la reanudación, los de Duishebaev saltaron a la pista con las ideas más frescas. Rutenka se zafó en la zona de pivote con sus marcadores en una bonita lucha, Abaló y Kallman lograron tantos importantes desde los extremos y Jèrôme superó por el centro del ataque la defensa alemana.
Después de ver como los colegiados le excluían en dos ocasiones, el pivote bielorruso jugó algo más mermado en ataque y no pudo zafarse con más efectividad con los centrales germanos.
Con el partido igualado, el Kiel sacaba el máximo provecho de los contraataques y de las superioridades numéricas y cuando a falta de siete minutos el marcador reflejaba empate a 32, llegó la precipitación al bando español para perder dos balones en los últimos cuatro minutos y permitir que los de tres últimos finalistas de la Liga de Campeones se llevara una renta inmerecida.
Aún así, Stefansson, que lo intentó durante toda la segunda mitad, maquilló lo que pudo el resultado con un gol a falta de menos de 10 segundos para el final. El acierto de Omeyer bajo los palos permitió al Kiel ir por delante en el marcador durante todo el choque.
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