Kun Agüero, la picardía

Es el jugador sobre el que gravita el destino de un equipo y con él en el campo el Atlético pierde el miedo.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente decía el inmortal Neruda en la frase que mejor define a éste futbolista al que desde niño ya se le adivinó que tenía el ángel que acompaña a los cracks y que hoy, ya de mayor, intenta plasmar en los campos de juego.
Agüero es, junto a Messi, el futbolista más desequilibrante de la liga, su fútbol es mágico, explosivo, intuitivo. Su capacidad para inventar jugadas en lugares imposibles le hacen un jugador distinto, conjuga potencia y velocidad como nadie pero su verdadero poder no obedece sólo a esa endiablada velocidad que pone en pié a la grada sino también a su inteligencia.
Kun Agüero tiene personalidad, potencia, infinidad de recursos técnicos, ambición, gol, pero por encima de todo Agüero tiene calle. Ese instinto peculiar, esa picardía, esa retranca del que se ha criado entre colegas, pelotas de trapo y ausencias a clase injustificadas.
Muestra una asombrosa seguridad en todo lo que hace, su capacidad para asumir el mando es increíble, pide la pelota, casi la exige, no se esconde, agota al máximo esa característica que mejor le define y que no es otra que la explosividad, la velocidad para medir defensas con el balón pegado al pié. Es el jugador sobre el que gravita el destino de un equipo y con él en el campo el Atlético pierde sus miedos, desaparecen esos fantasmas de equipo menor para proceder al asalto de los mejores.
Si el juego de su equipo es estático pierde eficacia porque a él le define su gran capacidad de desmarque, su habilidad para crear espacios, su conducción y su pegada. Si le ven y aunque piensen que está ausente, no se fíen porque lo mejor de Agüero está por llegar. Po eso Kun Agüero es uno de nuestros candidatos a ser el mejor jugador de la liga, por eso y por muchas cosas más.

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