Las horas de Juan Villalonga en el Valencia podrían estar contadas. Apenas dos semanas después de que Juan Soler le diera plenos poderes al empresario para dirigir el conjunto valenciano, las diferencias entre ambos se han hecho notar, y mucho. Tanto, que Villalonga podría renunciar, incluso este mismo miércoles, a su cargo. Al menos ése es su pensamiento si Soler no cambia su opinión con respecto a la ampliación de capital que demanda.
Y es que la negativa del máximo accionista a realizar una ampliación de capital que inyecte el dinero suficiente para concretar con éxito un proyecto deportivo a la altura de los mejores de Europa ha terminado por distanciar a los dos empresarios. Es más, la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Villalonga ha sido el deseo de Juan Soler de vender a futbolistas como Villa, Silva o Joaquín para evitar tener que afrontar una ampliación en la que teme perder poder accionarial y, por lo tanto, dominio sobre todo lo que se decida a partir de ese momento en el Valencia.
fuente:marca