El Málaga se reencontró hoy con el triunfo en La Rosaleda -llevaba más de tres meses sin ganar en su estadio- ante el Racing (1-0) y con un gol de penalti -en el último momento- se acerca otra vez a los puestos que permiten jugar la Copa de la UEFA.
Los primeros minutos fueron de tanteo para los dos equipos. Miedo, precaución y respeto en uno y otro. El primer acercamiento con peligro del Málaga fue por un libre indirecto que señaló Velasco Carballo, por infracción de Luccin dentro del área. Lolo, lanzó fuerte y raso y el guardameta Toño salvó con la pierna izquierda en la misma línea de gol.
Los porteros fueron protagonistas. Si antes fue Toño, en el minuto 20 le emuló Goitia, cuando se quedó sólo Jonatan Pereira, tras un excelente envío de Munitis, y su lanzamiento raso, desde cinco metros, lo desbarató con su pierna derecha el guardameta malaguista.
Hasta doce minutos después no hubo otra acción de peligro del Málaga. Una falta lanzada por duda en la izquierda y el defensa brasileño Weligton, que no llegó a tocar el balón y a introducirlo en la portería de Toño, por muy pocos centímetros.
El partido era soso, aburrido y soporífero, sólo alterado por algunas acciones puntuales. Otra falta botada por Munitis se le escapa a Goitia y el rechace le llegó al defensa argentino Garay, cuyo disparo lo repelió nuevamente el guardameta del Málaga. Poco bagaje en una primera parte marcada por el intenso calor.
Muñiz, hizo un cambio en el descanso al dejar en el vestuario a Pereira y salir en su lugar Tchité. Quizás buscaba más rapidez. Nada más iniciarse la segunda parte, Duda pudo desequilibrar el marcador con un lanzamiento de falta que frenó nuevamente Toño. Luque, de cabeza, también pudo marcar, pero su remate, flojo, fue a las manos del portero.
El Málaga sólo creaba peligro a balón parado. Faltas o saques de esquina. Ni una sola entrada por las bandas con el luso Eliseu, muy apático y sin referencia arriba, al estar Adrián demasiado estático y cansado. El Racing se defendía y salía rápido con Munitis de estilete, aunque sin excesiva velocidad.
El empate estaba predestinado porque el Málaga y el Racing perdonaban, sobre todo los locales. Nacho, en una jugada personal por la banda izquierda estuvo a punto de marcar pero su lanzamiento, con la puntera, salió rozando el poste izquierdo de la portería de Toño.
Tuvo que ser un penalti el que desnivelara el marcador. El delantero brasileño Adriano, cogió un rechace dentro del área y Luccin, que resultó lesionado en la jugada, le trabó. Luque, no desaprovechó y marcó su séptimo gol. Triunfo y vuelta a soñar con la UEFA.
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