Un examen de grandeza

No es favorito en las apuestas, el marcador no le acompaña, las bajas le han mermado, la historia no está de su parte, tampoco las estadísticas, la jerarquía o los precedentes. Todo pinta negro para el Villarreal, al que en Londres ven como un convidado de piedra para la gran fiesta gunner. "Mejor", mascullan entre dientes los tripulantes de un Submarino que, sabedor de todo lo que tiene en contra, prefiere agarrarse a lo que le favorece: en la ida no fue inferior, ya superó los octavos como visitante con el mismo marcador en la ida, sus goles ahora valen doble, el Arsenal no defiende tan bien como ataca y poco más porque en la pelea de nombres propios los ingleses también tienen ventaja, salvo que Rossi tenga su noche y su velocidad sea más letal que la potencia selvática de Adebayor.

Como Pellegrini siempre presenta el mismo gesto impasible ha conseguido contagiar tranquilidad a su grupo que, conforme se acerca la gran noche, se ha ido creyendo que sí, que pueden, que este Villarreal ha ido subiendo peldaños cuando nadie contaba con él y que si el Manchester United no ha podido hacerles un gol, si eliminaron al Panathinaikos en el infierno ateniense o en su día apearon al Inter de Milán, por qué no van a subir un escalón más y hacer esta noche una machada épica. Y con ese convencimiento aterrizaron en Londres, ajenos al miedo escénico y dispuestos a aprobar con nota el examen de grandeza que se les plantea hoy. El espíritu guerrero, de potrero y arrabal, del clan sudamericano empuja a este Villarreal y es que los Gonzalo, Godín, Eguren, Ibagaza se excitan un poco más de lo habitual cuando pisan suelo británico y contagian al resto para que cuando pisen el césped del Emirates porten cuchillo entre los dientes y no desfallezcan.

Ése es el mayor peligro al que se enfrenta el Submarino que, en la ida, comprobó que el Arsenal es superior en lo físico. En media hora de bajón, los ingleses pudieron sentenciar la eliminatoria y si hoy repiten pájara, adiós a las semifinales. Porque si en El Madrigal les bastó con el magistral Cesc y Adebayor, hoy se les unirá Van Persie en un ataque de lujo que completa Walcott. Todo malas noticias para un Villarreal que sueña con unas nuevas semifinales. Toca gesta, una más.

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