Se echaban pestes sobre el rendimiento del R27. Que si era un cascajo, que Renault había perdido el norte, que no se había adaptado a la nueva normativa en 2007 de suministrador único de neumáticos, que su diseño aerodinámico era nefasto, que su velocidad punta le situaba a años luz de los McLaren y Ferrari y que no se había hecho nada bien en el departamento de ingeniería.
Todo eran críticas y todas ellas con fundamento dados los resultados cosechados en la pasada temporada, pero es que un año después y tras muchos millones de euros y miles de horas de trabajo, en Renault han ido para atrás de manera escandalosa.
fuente:marca