El Huesca saltó al terreno de juego muy tranquilo, al saber que tenía la permanencia asegurada, y no tuvo problemas para romper su mala racha, después de diez partidos sin ganar, ante un flojo e inexperto rival, el Sevilla Atlético, que demostró en la capital oscense por qué es el colista y ya lleva varias jornadas descendido.
En el primer cuarto de hora los sevillistas intentaron jugar al fútbol pero sin ser capaces de crear peligro ante la portería de Eduardo, y a partir de ese momento fue cuando los azulgranas tomaron las riendas del partido y empezaron a acercarse hasta el área rival.
El primer gol llegó en una excelente acción de Ripa que cabeceó Camacho al fondo de las mallas, lo que permitió a los oscenses mantener su dominio y a la media hora Corona, con potente disparo desde fuera del área, sorprendió a Ruyales dejando encarrilado el resultado.
En la reanudación los visitantes saltaron al campo con la intención de recortar distancias pero se mostraron excesivamente bisoños y poco a poco el partido entró en una fase de juego muy monótona con los dos equipos carentes de ideas, hasta que llegó el gol del canario Rubén Castro que animó el partido.
A partir de ahí tanto oscenses como andaluces abrieron sus líneas y con pocas precauciones defensivas, dando muestras los jóvenes sevillistas de su calidad pero escasos de oficio y de experiencia.
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