El mánager general y el entrenador de los Grizzlies espían a Ricky

El base internacional del DKV Joventut de Badalona, Ricky Rubio, se mostró muy emocionado por la ovación que el pabellón Vistalegre le brindó cuando se retiró de la cancha en la eliminación del equipo catalán en los 'play-offs' de la liga ACB.

"Ha sido una afición muy agradecida; en el primer partido me aplaudieron y en éste también. No se puede pedir más", comentó el jugador, que anotó seis puntos sobre la cancha madrileña. El base jugó sabiendo que el mánager general y el entrenador de Memphis Grizzlies, Chris Wallace y Lionel Hollins, respectivamente, estaban siguiendo sus evoluciones. "No había pensado si éste sería mi último partido con la 'Penya', pero ahora que todo ha acabado me quiero tomar un tiempo para pensar en mi futuro. Quiero relajarme y no pensar en nada más hasta dentro de unas semanas", apuntó.

El de Masnou, de 18 años, analizó la temporada de su equipo. "Jugamos muy bien en casa, pero no se que nos ha faltado. Se han llevado los dos partidos en Vistalegre muy fácilmente, no estoy contento. Esta Liga se ha acabado, hemos hecho una temporada buena, hemos luchado hasta el final, pero no hemos podido", concluyó el para muchos número dos del próximos 'Draft'.

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