Andrés Iniesta, el futbolista total

Propone un juego repleto de sentido común, su aptitud para el regate le hace diferente, utiliza la lógica para el desborde y la inteligencia para el pase.

Hay jugadores que destacan por sus habilidades, otros por su velocidad, hay quien exhibe su regate, otros su gol, su fortaleza, su inteligencia y hay quien no necesita exhibir nada, simplemente porque lo tiene todo.
En un fútbol cargado de estigmas y ciegas jerarquías llama la atención que a alguien le distinga su naturalidad. Iniesta es eso, un ejemplo de trabajo, de humildad y de superación personal.No luce tatuajes en su cuerpo, ni piercings; no convoca polémicas, no lleva el pelo pintado ni aparatosas diademas, no presume de nada, pero sobre todo no precisa de excusas para ganarse el respeto y la admiración de todos.
Iniesta propone un juego repleto de sentido común, su aptitud para el regate le hace diferente, utiliza la lógica para el desborde y la inteligencia para el pase. Sabe y lo utiliza que no es igual vivir en la banda que aparecer por ella. Iniesta es como la serpiente, llega, muerde y se marcha. Pero es una mordedura letal.
Pese a ello este jugador que llegó a La Masía con apenas 12 años, desprende cierto aire de vulnerabilidad, su aspecto frágil y su carácter tímido le distinguen y esa mezcla de seda y acero le hacen más fuerte si cabe. En un desatascador, es una solución, es un jugador que con su fútbol, cuando llega el problema, permite a su equipo salir de laberintos imposibles.
Porque no hace falta llamar la atención para triunfar, porque muestra una sorprendente seguridad y no duda nunca en el campo, porque su fútbol no precisa de subterfugios y porque el resto sólo juega bien al fútbol, nada más. Iniesta es uno de nuestros candidatos a ser el mejor jugador de la liga, por eso y por muchas cosas más.

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