El Espanyol o el milagro de la Liga

El Espanyol prolongó su excelente racha de resultados y derrotó (3-0) a un Valencia que llegaba eufórico a este encuentro, pero que se vio superado por un rival que, a base de fe, de trabajo y de convicción, ha resucitado y que, incluso, puede soñar con un final de Liga tranquilo.
La metamorfosis del conjunto blanquiazul ha sido increíble. Ha pasado de ser un equipo muerto y enterrado a convertirse en uno de los mejores en el tramo final del campeonato. Cuarta victoria consecutiva y quinto encuentro sin recibir un gol para derrotar a un equipo de Champions que acabó superado por los locales.
El Valencia fue más rival que los últimos equipos que han visitado el Estadio Olímpico recientemente. El equipo de Unai Emery salió muy metido y desde que dio comienzo el partido fue el auténtico protagonista ante un rival que no fue tan alegre como en las últimas jornadas pero que mantuvo su puerta a cero durante todo el primer periodo.
En la segunda parte, Luis García malogró una magnífica ocasión. Raúl Tamudo, algo mejor que en anteriores encuentros, tampoco encontraría la recompensa. Sí lo hizo Román Martínez, el máximo goleador del Espanyol, que enganchó un zurdazo desde el balcón del área que sorprendió a César (1-0).
La decisión de Pochettino de dar entrada al centrocampista argentino en lugar de Iván Alonso fue determinante. Con Román, el conjunto españolista se desmelenó en ataque.
Emery replicó y dio entrada a Pablo Hernández y a Morientes para reactivar el ataque visitante. Pero ya era demasiado tarde, porque el Espanyol se sentía tan liberado que jugó a placer llevando el éxtasis a Montjuïc con el segundo tanto del argentino Nico Pareja. El central clavó por la escuadra una falta desde 30 metros (2-0). Los valencianistas ya no levantaron cabeza. Es más, el Espanyol acabó ampliando su triunfo con un gol de penalti de Nené en el tiempo añadido (3-0).